miércoles, 13 de febrero de 2019

Extracto de un diario inexistente


Noticia de último momento: nuevo héroe ha aparecido en la ciudad

Por D. Petrulli
Pocas son las personas que, en estos últimos tiempos de inquietud y fatalismo posmoderno, se han atrevido a intentar solucionar los diversos inconvenientes que conlleva la vida cotidiana de una persona corriente, siempre al contacto con la hediondez y las costumbres desagradables de los demás. Ahora, parece haber surgido un nuevo personaje, dispuesto a resolver... al menos uno de ellos.
El jueves pasado, a uno de nuestros corresponsales le ha llegado una enigmática carta, cuyo sobre no llevaba ni el nombre del emisor ni del remitente escrito. Su contenido, en letra cursiva, de estilo casi inentendible y pésima ortografía, era éste:

"Finalmente, después de una larga y profunda reflexión, movida como resultado de sentimientos concebidos en la soledad más absoluta... he decidido transformarme en superhéroe. No he podido seguir aguantando la suciedad y putrefacción que abunda en las calles de esta ciudad... por lo tanto, mi misión será llenar de manguerazos de agua caliente a los vagabundos, regalarles jabón y pasar desodorante de ambiente en los lugares en los que vivan.... a partir de ahora seré... el hombre toalla"

Ayer mismo, este intrépido "hombre toalla" ha sido visto en plena acción, limpiando la vidriera de un edificio abandonado. Uno de los testigos ha creído que se trataba de un miembro de alguna exótica y desconocida secta musulmana, ya que lo primero que notó fue que llevaba la cabeza envuelta. Pero a los segundos, dice haberse reído al notar, no sólo que estaba desnudo y que su pene era de dimensiones extremadamente inferiores a las normales, sino que lo que llevaba envuelto en la cabeza... ¡Era una toalla!
Señor toalla, quienquiera que seas... te deseamos de todo corazón, desde "Crónicas País" que siempre refriegues con el mismo ardor las ventanas sucias de nuestros locales, que bañes siempre con el mismo entusiasmo de ánimo cada perro callejero que encuentres y limpies con la misma alegría sus desechos... Y todo lo relacionado a eso, que tan bien debes saber hacerlo.

Los estaremos informando sobre las aventuras de este peculiar personaje

Una purga milagrosa


Había una vez un hombre que no sabía cómo cagar.  Todos a su alrededor cagaban con suma gracia; ora soretes del tamaño de pequeños perros, ora diminutos bollitos como pelotas de golf, ora en forma de líquido marronáceo. Esta persona había sido discriminada desde que tenía noción del mundo debido a esta dolencia. ¿Adónde iban a parar sus desechos fecales? Nadie lo sabía.
Una vez, este hombre miró por la ventana de su casa y vio una paloma volar suavemente sobre una colina una mañana ligeramente cálida. Sus ojos centellearon ante una felicidad renovadora, que aludía a otras alegrías antes sentidas pero que tenía algo nuevo que la hacía más intensa. Salió entonces de su cabaña de madera y contempló la grácil pradera que se extendía ante él. Un arroyo manaba desde un rincón lejano del horizonte, y su murmullo llegaba dulcemente a sus oídos.
-¡Oye, Carlos! –se escuchó.
-¡Ey, enrique! –le contestó- ¿Cómo te encuentras?
-Bien, bien, ¿y tú? Hermosa mañana, en verdad.
-Sí. Creo que si tuviera la capacidad de cagar sería el hombre más feliz del mundo, sólo por estar viviéndola.
-Bueno, nunca te des por vencido… así como tu enfermedad tiene un origen inexplicable, quizás tenga una cura igualmente inexplicable. Además, cagar no es todo en la vida.
-Es cierto, es cierto… ¡gracias por tus palabras, Enrique! ¡Nos vemos!
-¡Nos vemos!
Carlos caminó por el sendero que llevaba hacia la colina. El pájaro quizás fue una señal de Dios… quizás, le daría una respuesta…
Muchos obstáculos tuvo este hombre que atravesar, debió combatir con horribles orcos de largos colmillos y fiera mirada, portadores de grandes y filosas cimitarras; también tuvo que atravesar charcos de lodo infestados de tal manera que su simple contacto podía derretir al que los tocase, y su solo olor adormecía a quien los oliese; también pasó por el bosque de la muerte y el desierto de los destinos inciertos, siguiendo el camino trazado por aquel pájaro… Pero finalmente, llegó a una cueva misteriosa y mágica, que era el lugar donde anidaba esta ave. Una vez allí. se escuchó un ruidoso pedo, el rostro de Carlos primero se contrajo, pero después sonrió con fuerza. Finalmente había cagado.





Moraleja: sigue las señales de Dios, y lucha por tu cuenta, pero bajo su guía, para combatir tus males. La providencia oye y mira todo, y puede recompensarte grandemente

Un triunfo inesperado


Había una vez una niña que tenía la cara en el culo y el culo en la cara. La única cosa que su cara podía realizar era abrir la boca para expulsar la comida digerida por su metabolismo, ya que, a pesar de que tenía dos ojos, éstos eran ciegos, y aunque también tenía dos orejas, no podía escuchar por ellas. Para hablar, abría y cerraba los cachetes de su culo, con lo que su voz semejaba esos prolongados, intensos y renovadores gases que puede uno tirarse una bella mañana sobre algún árbol marchito.
Esto resultaba un problema, pues, aunque vivía en una sociedad profundamente liberal y nadie miraba con malos ojos estas deformaciones, ella tenía un deseo metido en lo más hondo de su corazón: convertirse en una supermodelo.
Al principio, todas las grandes agentes publicitarias la rechazaron por evidentes motivos, pero la joven muchacha nunca se dio por vencida. Comenzó ella una gran campaña contra la discriminación hacia los hombres con cara de culo, ganándose el apoyo de los siempre benignos y humanos partidos de la izquierda y el centro, y pronto su causa logró llegar a ser masiva. El gobierno finalmente se dio cuenta de que esto podía ser problemático, por lo que decidió darle trabajo a la niña, que acabó transformándose en una de las mujeres más buscadas y mejor pagadas del planeta. Según se dice, su fama llegó a tal punto, que acabó cambiando la mentalidad de los hombres para con las que sufrían estas dolencias, haciendo que ellos tuvieran hacia ellas una particular atracción, razón por la cual no muchas décadas después pasaron a tener categoría propia en la mayoría de las páginas porno.


Moraleja: Sigue tus objetivos siempre con constancia, aunque sea bajo métodos alternativos e incluso considerados extravagantes. Dios puede darnos lo que buscamos por extrañas maneras.